San Nicolá s (255-335, aprox.) fue obispo de Myra -ciudad de Asia Menor, actualmente Turquí a- en tiempos del emperador Constantino. Desde el añ o 1087, sus reliquias se veneran en Bari (Italia). Pocos santos han suscitado tanta devoció n como Nicolá s entre los cristianos, de Oriente y de Occidente. Lo tienen como Patrono paí ses enteros, regiones y localidades, donde se alzan millares de templos en su honor. Es considerado protector celestial para profesiones muy variadas y para distintas categorí as de personas. Millones de fieles recurren a su intercesió n frente a problemas especí ficos: econó micos, de navegació n, etc. Su iconografí a es de las má s ricas en toda la cristiandad. En sus versiones má s secularizadas (Santa Claus), es el bondadoso portador de regalos para niñ os de no pocas latitudes. Pero esa misma popularidad ha perjudicado la exactitud de su imagen. El repertorio riguroso de episodios histó ricos acerca de su vida resultaba menguado para tanta devoció n. Así , su biografí a y el relato de sus milagros se han ido enriqueciendo con elementos legendarios o tomados de otros personajes. La confusió n alcanzó