Arthur busca algo de tranquilidad, sale a dar un paseo y. . . no da cré dito a lo que ven sus ojos: el hatillo sucio que ha encontrado en el bosque contiene algo vivo. Es Potilla, la reina de las hadas. Tiene el tamañ o de una botella de refresco, sus piernas no son má s gruesas que dos lá pices, calza minú sculas botas de terciopelo rojo, lleva un resplandeciente vestido y su pelo es tan sutil como el hilo de una arañ a. Sí , desde luego es un hada lo que ha encontrado, pero totalmente distinta a las de sus fantasí as. Encantadora, pero caprichosa y mandona, ella necesita ayuda. Y se la pide a Arthur. Durante el baile del crepú sculo, su pueblo ha sido atacado por un ser horrendo que ha arrebatado todos los gorros a las hadas. Y sin gorro, no pueden regresar a su reino. A partir de ese momento, Arthur ya no disfrutará de un solo segundo de respiro, pues a Potilla no se la puede contrariar. . .