Una novedosa investigació n para conocer al Hitler dependiente de la atenció n constante del Dr. Morell, su mé dico de cabecera, y sus dudosos remedios.
Hace medio siglo Joachim Fest publicó una de las má s importantes biografí as sobre el dictador alemá n, titulada Hitler. Entonces afirmó : 'Esta es la versió n má s completa de los acontecimientos, que incluye todas las facetas de la vida de Adolf Hitler. [?] esta es la ú ltima palabra sobre este hombre, porque no habrá nuevas revelaciones sobre Hitler que aú n no hayan sido de dominio pú blico'.
Sin embargo, la desclasificació n de todos los documentos de valor histó rico relacionados con la Alemania nazi ha invalidado la afirmació n de Fest. Entre los millones de pá ginas, los investigadores descubrieron varios registros que hablaban sobre la salud del Fü hrer y sobre la adicció n a las drogas por parte de los miembros del ejé rcito alemá n y del propio Adolf Hitler.
Durante los ú ltimos nueve añ os de su vida, Adolf Hitler, un hipocondrí aco de toda la vida, tuvo como mé dico al doctor Theodor Morell. Los cambios de humor de Hitler, la enfermedad de Parkinson que sufrí a, los sí ntomas gastrointestinales, los problemas de la piel y su constante declive, hasta su suicidio en abril de 1945, está n documentados en los minuciosos diarios de Morell.
Conociendo las importantes decisiones que Hitler estaba tomando y que afectaban a millones de personas, cabe preguntarse có mo se vio afectada su conducta por los numerosos medicamentos que tomaba, desde estimulantes hasta sedantes, desde hormonas hasta multivitaminas, desde esteroides hasta belladona y cocaí na.