Se ha construido una má quina capaz de responder cualquier pregunta. Podemos llamarla La Má quina. Y lo hace como podrí an hacerlo los mejores expertos humanos. La Má quina incorpora toda la racionalidad de la que es capaz la humanidad. Nuestra confianza en La Má quina deberí a ser má xima. Sin embargo, se descubre por casualidad algo sumamente extrañ o. Si se repiten las preguntas, a veces La Má quina produce respuestas muy diferentes. Esto ocurre cuando las preguntas tocan temas relacionados con el gusto. Pero tambié n con temas especulativos. A pesar de parecer que en muchos de estos casos las preguntas deberí an tener respuestas ú nicas, La Má quina solo ofrece respuestas plurales. Qué puede estar pasando? Tiene que estar dejando de funcionar correctamente La Má quina? O deberí amos aceptar ese pluralismo irreducible en las respuestas? Si asumimos que La Má quina es capaz de incorporar toda nuestra racionalidad, cualquiera de estas dos opciones es incó moda. La primera, pone lí mites muy estrictos a nuestras capacidades racionales, pues qué pregunta no tiene aspectos relacionados con el gusto o aspectos especulativos? Y la segunda opció n nos obliga a reconsiderar seriamente nuestra concepció n de la realidad. Qué clase de realidad podrí a hacer verdadero tal pluralismo irreducible de respuestas?