Hay por lo menos mil razones en la vida de cada ser humano para que su corazó n en vez de enfermarse, se nutra de amor. Hay mil razones para que sonrí a y se aparte de la enfermedad, la depresió n, la soledad, la indiferencia, el egoí smo, la improductividad, el temor, la amargura, la inseguridad, la debilidad y el aburrimiento. Hay mucho qué hacer y en qué ocuparse, mucho que dar y recibir. Hay mucho bien, amor, luz y bendició n para todos. Para que esto, no sea letra muerta y puedas verlo en ti y en la sonrisa de cada ser humano, solamente basta con accionar la palanca y conectarse má s allá de las redes sociales a la mayor de tus fortalezas, para que recuperes el valor que te corresponde de acuerdo a tu origen y aprecies lo afortunado que eres. Es momento de abandonar los lastres y las cadenas de dolor, de que el tema de Dios en lugar de producir amor y unió n, desate confusió n, guerras, polé micas, contradicciones, posturas rí gidas o fanatismos. Hay mil razones en la vida de cada ser humano para reconstruir-se y abandonar su castillo de egoí smo y amargura.