Antonio Gramsci fue un filósofo, periodista y teórico político italiano, ampliamente reconocido como uno de los pensadores marxistas más influyentes del siglo XX. Nacido en Ales, en la isla de Cerdeña, Gramsci es conocido por sus análisis sobre la hegemonía cultural, el papel de los intelectuales y las estrategias de poder en las sociedades modernas. A pesar de pasar gran parte de su vida adulta en prisión, sus escritos, especialmente los Cuadernos de la cárcel, han dejado una marca duradera en la teoría política y social.
Antonio Gramsci nació en una familia humilde, en una región pobre del sur de Italia. Desde pequeño enfrentó problemas de salud, incluyendo una malformación de columna, lo que marcó su desarrollo físico y emocional. En 1911 ganó una beca para estudiar en la Universidad de Turín, donde entró en contacto con el movimiento obrero y las ideas socialistas. Aunque no concluyó sus estudios universitarios, su formación autodidacta fue intensa, con gran interés por la literatura, la filosofía y la política.
El pensamiento de Gramsci ha influido profundamente en la teoría política, la sociología, la pedagogía y los estudios culturales. Su concepto de hegemonía ha sido adoptado y reformulado por múltiples corrientes, incluyendo el posmarxismo, el feminismo y los estudios postcoloniales. Intelectuales como Stuart Hall, Ernesto Laclau y Chantal Mouffe han retomado y adaptado sus ideas para analizar las luchas contemporáneas por el poder simbólico y cultural.
Gramsci propuso una visión del cambio social que iba más allá de la confrontación directa, poniendo énfasis en las transformaciones graduales en el ámbito de la cultura, la educación y la conciencia. Su obra sigue siendo una referencia clave para quienes buscan comprender las dinámicas de dominación y resistencia en las sociedades modernas.