Tiene treinta añ os, es profesora, casada con un ejecutivo, madre de dos niñ os. Vive en una casa confortable. Sin embargo, es una mujer helada. Igual que miles de mujeres ha sentido có mo su curiosidad, su impulso vital se iban anquilosando a fuerza de un trabajo que compaginar con compras que hacer, cenas que cocinar, bañ os de niñ os que preparar. Todo eso que se entiende por la condició n normal de mujer. Annie Ernaux cuenta brillantemente esta alteració n de lo cotidiano, este empobrecimiento de las sensaciones, esta dilució n de la identidad; esclavitud a la que las mujeres son empujadas como a un desafí o.