Julio Santana quema edificios. Por una modesta suma, Julio le prende fuego a los edificios de Harlem que algunos poderosos inversionistas quieren hacer desaparecer para cobrar el dinero del seguro, y construir nuevos edificios, m¿¿¿¿¿¿s modernos, m¿¿¿¿¿¿s caros, m¿¿¿¿¿¿s c¿¿¿¿¿¿modos. Julio ha ganado miles de d¿¿¿¿¿¿lares quemando las casas del mismo barrio que lo vio crecer, y con todo el dinero que ha ganado, logr¿¿¿¿¿¿ comprar un apartamento en el que vive con sus padres. Pero cuando se enamora de Helen, una blanquita que acaba de mudarse a su edificio, Julio decide dejar a un lado los incendios, para llevar una vida honesta y sin complicaciones. Lo que no se esperaba, es que su cambio de parecer enfureciera tanto a sus jefes y que pronto, no s¿¿¿¿¿¿lo peligrar¿¿¿¿¿¿a su propia vida, sino tambi¿¿¿¿¿¿n la de sus seres queridos. A medida que lucha por alejarse de la vida que llevaba, Julio se ve rodeado de diversos personajes que iluminan pero tambi¿¿¿¿¿¿n complican su existencia. De la pastora del barrio, que le consigue papeles de ciudadan¿¿¿¿¿¿a a los trabajadores indo-cumentados, a Papelito, el sabio y respetado santero, a los encantadores padres de Julio, Qui¿¿¿¿¿¿onez le da vida a una novela cuyos personajes y temas son tan evocadores y universales que permanecer¿¿¿¿¿¿n en la mente del lector para siempre.