El Orient-Express fue durante dé cadas el sí mbolo de una Europa diversa llena de personajes variopintos, de olores, colores y sabores, unida por este tren que, má s que un medio de transporte, fue una extraordinaria forma de civilizació n y de entendimiento entre los pueblos. Mauricio Wiesenthal, con su prosa envolvente y fragante, nos transporta a paí ses y estaciones, narra sus historias y leyendas, y crea un relato ví vido y evocador, a caballo entre las memorias y el ensayo. 'La literatura del tren tiene que ser, por fuerza, impresionista y confusa. El tren nos da un destino, una distancia, un má s allá sin trascendencia ni juicio final. Y eso hace má s bellas y voluptuosas las historias que, como las noches del tren o las aventuras de amor, no tienen principio ni fin'.