'El hombre tiene al enemigo en casa', sanciona el autor emergente Dovlá tov. Se arriesga así a penetrar en el misterio de sus orí genes, encadenando las cró nicas de cuatro generaciones surcadas por una especie de verdad insistente y anó mala. El autor gobierna a sus inolvidables personajes como cambiantes má scaras libertarias. La titanomaquia de los abuelos, judí os de Oriente y armenios del Cá ucaso, cede ante la decadencia de hijos y nietos. Pero los ví nculos de sangre no se rompen y atrapan al lector, que se siente en esta obra maestra, muy precisamente, como en casa.