Lisbeth Salander se ha tomado un tiempo: necesita apartarse del foco de atenció n y salir de Estocolmo. Trata de seguir una fé rrea disciplina y no contestar a las llamadas ni a los mensajes de Mikael, que no entiende por qué ha desaparecido de su vida sin dar ningú n tipo de explicació n. Lisbeth se cura las heridas de amor en soledad, aunque intente distraer el desencanto mediante el estudio de las matemá ticas y con ciertos placeres en una playa del Caribe. Y Mikael? El gran hé roe vive buenos momentos en Millennium, con las finanzas de la revista saneadas y el reconocimiento profesional por parte de los colegas. Ahora tiene entre manos un reportaje apasionante sobre el trá fico y la prostitució n de mujeres procedentes del Este que le ha propuesto Dag Svensson, periodista de investigació n, y su mujer, la criminó loga e investigadora de gé nero Mia Bergman. Las vidas de los dos protagonistas parecen haberse separado por completo, pero entretanto. . . una muchacha, atada a una cama, soporta un dí a tras otro las horribles visitas de un ser despreciable y, sin decir palabra, sueñ a con una cerilla y un bidó n de gasolina, con la forma de provocar el fuego que acabe con todo.