Uno de los casos má s complejos y llenos de suspense de la cé lebre Serie Wallander.
La noche de San Juan, alguien, agazapado tras un matorral, contempla có mo se divierten unos jó venes. . . Por esas mismas fechas, ajeno al drama que se fragua, el inspector Kurt Wallander regresa de sus vacaciones, y en agosto, ya metido en la rutina, empieza a acusar un extrañ o agotamiento que está a punto de costarle la vida en un accidente de trá fico. Cuando acude al mé dico, se lleva un buen susto al saber el diagnó stico. Para colmo, Svedberg, uno de sus colegas, no aparece a su vuelta de las vacaciones, y una madre presiona a los agentes para que busquen a su hija: hace ya má s de un mes, la joven se marchó de viaje con unos amigos de manera imprevista, y todo indica que las postales que han enviado son falsas. Svedberg, que sigue sin dar señ ales de vida, no estaba investigando esas desapariciones? Wallander no puede ni imaginar las incó gnitas que le presentará este caso. . . ni los sangrientos crí menes que deberá resolver, 'y cuanto antes', como le pide el fiscal.