Patricia Highsmith tiene un talento especial que eleva su narrativa por encima de las divisiones convencionales, combinando tramas insó litas con el estudio psicoló gico de los personajes. Libres de maniqueí smo y de condicionamientos morales, el inquietante clima de sus novelas se halla permeado por la realidad alucinante del crimen en el entorno cotidiano. Ese dulce mal se centra en la figura de David Kelsey, quí mico de una empresa textil, objeto de admiració n y de respeto, pero cuya secreta obsesió n y la angustia ineludible creada por 'la situació n' le precipitan irremediablemente a la violencia y a la destrucció n final.
'Una escritora que ha creado un universo propio, un universo claustrofó bico e irracional en el cual entramos cada vez con una sensació n de peligro personal' (Graham Greene).
'Toda la tradició n de la gran novela americana está detrá s, pero lo peculiar, lo atractivo de las novelas de Highsmith es ese aparente desapasionamiento que nos sumerge en un horror del que se ha extraí do toda grandeza' (Lourdes Ortiz).
'Entre lo delicioso y lo feroz. Highsmith poseyó el don de presentar los pensamientos perturbados con la misma ecuanimidad que merecen los má s razonables, y así sus historias adquieren un progresivo y alucinado clima de desquiciamiento' (Justo Navarro, El Paí s).
'Highsmith se sirve del gé nero policí aco del mismo modo que pueden haberlo hecho Dostoievski, Faulkner y Camus' (Joan Smith, Los Angeles Times).
'Magní fica' (Imá genes).